¡No se cómo narices no había subido una entrada de esto antes!
Mirad que rebonicos los dos y que bien vestios van.
Unos amigos acaban de abrir una tienda online de camiseta y les hago algo de publi: www.mangascortas.com
Un catálogo de diseños originales y divertidos que cada día crece más.
¡Buenas, bonicas y baratas!
Yo ya tengo dos en mi punto de mira, y serán las primeras de muchas. Pienso hacerme la colección ¡A lo pokemon!
Mangascortas
Como jugar a la rayuela: Avanzando poco a poco
¿Cuándo sabes que has cambiado?
Te pasas la adolescencia y parte de tu vida post-adolescencia gritando al viento que jamás te cambiarán. Que al cielo pones por testigo que seguirás inamovible e invariable en tu andadura por el mundo.
Qué error tan grande. El solo andar por el mundo ya te está cambiando, a cada paso eres diferente de cómo eras en el anterior. Porque sino lo fueras… que desperdicio de andadura.
Tus ideales serán los mismos, tus principios se moverán entre aquellos que clamabas sin no mucha diferencia, pero te volverás más cauto. Crecer te hace ser más precavido. No quiere decir que dejes todo lo que has sido. Pero maduras.
¡Oh infamia del destino! Sí, maduras. Porque en eso consiste andar el camino.
Y sonreirás, de esa forma enigmática y llena de caminos ante el grito de un joven que clama al viento. Y pensarás “ya andarás, ya”.
Y entonces, ¿Cuándo sabes que has cambiado? ¿Cuándo sabes que has dejado de ser aquel muchacho que pensaba tener la solución del mundo en sus manos? Que pensaba que no había situaciones complicadas sino cobardes que lo complicaban todo. Aunque hay mucho cobarde suelto.
¿Cuándo?
No se, solo te llega. Esperando al autobús mientras piensas que estás cansado de la pintada “Silvia, te quiero” de la pared de enfrente. Mientras caminas por la calle y te cruzas a alguien que fue notorio en un momento de tu vida y vuestras miradas se cruzan… y no te reconoce. O mirando fotos que jamás pensaste que te harías, porque representan momentos, situaciones, sentimientos, que jamás pensaste que vivirías.
Pero no temas, pequeño saltamontes, pues si recuerdas todo eso y has caído en la cuenta pero lo haces con una sonrisa… es que lo estás haciendo bien.
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