Deberes para mañana

Hagamos un experimento: cojamos una hoja en blanco y escribamos un simple ejercicio. Describámonos. Escribamos una fácil cuestión: Yo soy.

Indaguemos de qué estamos hechos realmente, de qué se componen nuestras verdades y qué verdades son esas. ¿Somos capaces de escribir más de dos líneas sin subestimarnos? ¿Tenemos la capacidad de hablar con franqueza de nuestras debilidades y nuestros miedos?

¿Qué somos? ¿Quién? ¿Cómo?

Escribamos como si nadie fuese a leernos, como si nos conociésemos por primera vez y no tuviésemos ideas preconcebidas.

¿Nos conocemos en profundidad o simplemente nos hemos ido desdibujando hasta difuminar nuestros límites?

Haced el experimento. Escribid solo líneas llenas de verdades, de esas que dan miedo. Intenta descubrirlo.


¿Quién eres tú?