¿Y qué esperábamos...



¿Y qué esperábamos, después de darles todos los derechos sin ninguna obligación, de quitar a los padres y profesores la autoridad, de dejarles solos la mayor parte del tiempo, de sobrecargarles de regalos para suplir el tiempo que no pasamos con ellos, de mimarles e hiperprotegerles incluso frente a cosas lógicas, como una simple regañina cuando han hecho algo mal y la merecen...?

Si estamos en un mundo en el que si regañas en público a tu propio hijo eres sospechoso de maltrato, en el que si eres maestro y se te ocurre castigar a copiar simplemente unas líneas porque alguien no ha hecho los deberes los padres te demandan por "humillación y vejación", donde si un niño te arrea una patada y se te ocurre regañarle llega la madre hecha un berberisco a decirte que no tienes derecho a dirigirte a su principito, donde un crío monta la pataleta en el súper llamando a su madre "puta de mierda" y ella de inmediato le compra todo lo que quiere "no le vaya a dar un ataque al niño", ¿qué esperamos? Estamos criando (y yo no tengo hijos, pero vamos a meternos todos) tiranos en potencia, que no saben lo que significa la palabra "no". Que están tan acostumbrados a que todos sus caprichos se vean satisfechos en el acto, que son incapaces de comprender lo contrario, y como no les hemos educado en otra cosa, reaccionan con violencia... porque SABEN que desde niños, sólo han tenido que gritar para obtener lo que quieren. Pero no es lo mismo la pataleta de un mico de tres años, que la de uno de dieciséis, lógicamente.

Es muy bonito pensar que se puede hacer todo por las buenas, razonando, negociando, que cuando crezca ya madurará y dejará de chillar, que si hemos traído un hijo al mundo es para hacerlo feliz, no para privarle de nada, sino para darle todo lo que no tuvimos nosotros... pero una persona, necesita que la corrijan, necesita que la eduquen. Y a veces, educar, significa frustrar. Significa decir "no", significa enseñarle que el mundo entero no le pertenece, que las cosas cuestan un esfuerzo, que no puede tener todo lo que pide y que existen unas reglas que tiene que obedecer le gusten o no... y si no las obedece, las consecuencias serán mucho más desagradables. Es triste tener que regañar a un niño pequeño, tener que negarle cosas... pero como decía mi abuelito a mi padre y mis tíos: "la ostia, prefiero pegártela yo, antes de que mañana te la peguen otros".

Como dice el refranero: "cría cuervos, y te sacarán los ojos".



Mirar al sol




Levantas la mirada al sol y los rayos te irritan los ojos. Aún sabiendo que es doloroso no puedes más que seguir mirándolo, porque quieres que sea la última imagen que quede grabada en tu memoria. Las lágrimas caen por tus mejillas y se evaporan antes de llegar a tu barbilla. Desaparecen como desaparecen ahora tus recuerdos. Quemados en la luz brillante de una gran fuente de gas incandescente. Tus ojos empiezan a velarse, ya solo vez luz. Tan pura, tan brillante, tan clara… Todo lo demás ya carece de interés. Y en esa niebla de luz tu mirada se pierde para siempre. Ya no habrá más oscuridad en tus días, habrá luz en tus noches. No tendrás frío en tu mirada los días de verano, ya te acompañará la calidez en los días de invierno. El sol en tus ojos, la luz del recuerdo borrado. La luz del día sobre tus pupilas, para siempre. La sonrisa del sol en su memoria.





No es sano no dormir