¿Qué escribir cuando se está escribiendo?
Como si fuese un título de una peli de sobremesa, el último estreno rosa de Hollywood u otro nombre cualquiera en la estantería olvidada de un videoclub. ¿Cómo, que todavía no se han extinguido? Tiempo al tiempo.
Pero volviendo a la primera frase, a lo que nos atañe aquí hoy: ¿Qué escribir cuando tienes que escribir?
Cualquier don, afición, cualquier cosa que se te de medianamente bien (no es ego, es mi realidad, no molestéis a mi nube) se oxida si no lo usas. Eso me está pasando. Pasé de escribir todos los días cosas que veía, pensaba o sentía a refugiarme en la escritura de ficción y de ahí a la nada. Ya no hay ni lo uno ni lo otro.
¿Alguien tiene algún manual de autoayuda de cómo perderle el miedo a escribir? Me rehusaré a leerlo, pero prometo mirarlo mal durante al menos un par de segundos antes de olvidarlo por siempre. Un minuto si me apuráis mucho.
Esto es como un ejercicio, unas palabras insustanciales cada pocos días (no difiere mucho de lo que ya hacía en su tiempo) para ver si la hoja en blanco deja de asustarme tanto. Ni que viniese del inframundo.
GUÍA DEL VACÍO DEL ESCRITOR
Etiquetas: Yo yo misma y más yo