Michelle

Tu día comienza cuando termina para el resto de los mortales. Despertándote cuando el sol empieza a ponerse, en esa cama de sábanas de lija y bultos por los muelles. En ese hotel del que no sabes ni el nombre, sin el tipo del que no recuerdas ni su cara. Por suerte dejó el dinero donde le dijiste, no tanto como pediste. Al menos te dejó dormir.

Desperezate en la ducha y date prisa, quizá el conserje no esté de muy buen humor si el tiempo de la habitación ya ha cumplido. Deja el tanga y sal por la escalera de incendios.
Siempre con prisas, Michelle.

La ciudad, la otra ciudad, empieza a emerger. Calles mugrientas donde te encuentras a unas ¿amigas? ¿compañeras? que saludas al pasar. Te quedas mirando fijamente a una pandilla de críos que no saben dónde se mente, ni qué se meten. Hace tanto que el colegio pasó para ti. Los dejas atrás mientras recuerdas cuando cambiabas besos por coca. Ahora intercambias algo más. Qué más da. Un chute o dos. A mamá le iba más la heroína, nunca te acuerdas de llevarle flores.A quién coño le importa. Es un trozo de tierra sin nombre, un anónimo más que fue engullida por las calles. .

Calles por donde tú ahora caminas. Te dices que no te pasará lo mismo. Pero calle abajo vas.

Quizás si se lo pides, papá te deje salir en una de sus pelis. No tienes pinchazos, tú no te pinchas.
Los tacones apenas se escuchan por el adoquinado. ¿Qué día es hoy, Michelle? ¿Martes, jueves? Quizás consigas un poco de polvo blanco en el lugar de River, así podrás aguantar toda la noche. Puede que consigas que te inviten a algunas copas si te maquillas los labios de rojo. Siempre limpia, labios rojos. No es una vida honrada pero ¿hoy día qué vida lo es? Pero siempre aseada, así te distinguen de los moribundos que inundan las aceras.

Eras una chica guapa a la que se le fue de las manos eso de divertirse, eso de revelarse, eso de… ¿qué era? ¿qué querías? Tu vida parece un solo desafinado.

¿Qué día es hoy, Michelle? ¿Martes, jueves?
Quizás puedas dormir, pero lo que quieres es seguir.


Dime, ¿aún sueñas que te cantan al oído aquella canción de los Beatles?



Michelle, ma belle…

1 Comentarios:

Anónimo 3:51 p. m.  

¿Qué habrá sido de ella?
No soy muy positiva...
Algunos vídeos en casas oscuras con colchones que huelen a sudor por unos pocos dolares porque su padre no quiso saber nada de ella. Después de hacer eso nada le impedía hacer lo otro, lo que estuvo haciendo tantos años por gusto con gente que volaba alto. Va de la mano, no es ni siquiera un paso más. Sólo hay que salir a la calle. Una oscura, parcialmente iluminada por una farola en algún sitio alejado, con zapatos de tacón destrozándole los pies y frío en la mirada, ofreciendo lo único que tiene para poder seguir perforándose los brazos, con el deseo sordo de haber encontrado a ese chico que le cantara al oído su canción.

No lo has perdido, Sandra.