Crecer

Hay un momento en la vida de cualquier persona en la que se pasa de la inocencia de la niñez a la picardia de los adultos. No se ve, no se siente, ni se huele, pero se puede percibir. Se da en segundos.

Y cuando pasa... todo pasa, todo cambia. Responsabilidades, obligaciones, deberes...Y los niños pasan a mirarte con respeto, o por lo menos antes lo hacían, que ultimamente los niños están perdiendo la inocencia que los caracterizaba.


Pero, ¿por qué conformarse con reir solamente cuando eres niño? ¿por qué quedarse solo con las obligaciones aburridas de los adultos?

Cantar desafinando sin parar mientras corres con tus amigos por la calle, hasta que alguien se asoma a regañaros.

Jugar a la rayuela en mitad de la plaza de la ciudad.

Ir a la tienda de chuches y ver con alegría que tienen aquellas cañitas de picapica muy largas que comprabas de pequeño. Y una vez que te lo terminas, empiezas a simular que es una espada jedi y luchar con tu amigo en la puerta de la facultad, un duelo a "muerte".


Ir por media ciudad disfrazado sin ser carnaval(y que te confundan con un mosquetero...XDD)

Comprar unos bolis de Peter Pan y Garfio ... porque son Peter Pan y Garfio!!! y chinchar a tus primos pequeños enseñandoselos sin parar...XD

Entrar en una jugetería y abrazar a todos los peluches achuchables.

Comer tanto chocolate hasta ponerte malo.

Coger disimuladamente el tarro vacío de Nocilla de la cocina de tu residencia porque es de Lilo y Sthitch...

Cambiar de ver una película a una pelea de almohadas en menos de dos segundos, y no parar de reir hasta que te duela tanto la barriga que no puedas casi ni respirar.

Saltar, saltar, saltar, saltar,cantar, reir, gritar, correr...

No toda la diversión tiene que irse cuando creces, es bueno sentirse niño de vez en cuando en esta vida de adulto.