Quiero hacer constancia al mundo de mi desdicha.
No se dónde me encuentro. Parece ser que estoy confinada en algo con paredes resbaladizas y que transforman la visión de mi alrededor. Es frustrante.
Recuerdo estar correteando entre las flores en busca de pequeños y mortales insectos que poder chupar hasta el tuétano cuando mi prisión me alcanzó. Me rodearon, intenté escapar pero fue en vano y aquí me hallo.
El viaje fue largo, se que cerca de mí había otra compañera que había visto alguna que otra vez por mis inmediaciones, pero se hizo el silencio y me quedé sola.
Unos grandes mamíferos, de los que según mis enseñanzas dicen llamarse humanos, me tambaleó, movió mi habitáculo y se aceron a observarme tras ese material translúcido y deformante de la realidad. Ahora vuelvo a estar parada, quiero subir a la cima para tener mejor posición ante un posible ataque enemigo pero las patas no se agarran bien a este material. No se lo que me aguarda, por ahora montaré guardia.
No tengo alimento ni escondrijo pero no desistiré.
Se despide hasta nueva orden, Pepi.
Diario de una araña (I)
Etiquetas: Diario de una araña , Escritos
Los que siempre dirán 'No podrás'
¿Por qué la gente se empeña en decirnos qué podemos o no podemos hacer, soportar, conseguir? ¿Por qué tanto afán por no dejar a la gente superarse? ¿Tan asustados están de sus propias limitaciones que tienen que poner impedimentos en las vidas de los demás? ¿Por qué echar mierda en los demás porque no podeis lidiar con la que ya huele en vuestro salón? Nada es fácil y machacar constantemente repitiendo lo dificil que será conseguirlo a algunos solos nos hace tener más ganas de hacerlo. De superarnos. Porque nadie está en disposición de decidir qué estamos dispuestos a aguantar por algo. Apretar los dientes y rugir porque no me rendiré, por doloroso que sea. Me levanto y te lo restriego en la cara. Las veces que haga falta. Porque yo sí le eché cojones a la vida.
Etiquetas: Filosofando
Con un cartel que apenas se lee de "SE VENDE"
Etiquetas: Escritos
Michelle
¿Qué día es hoy, Michelle? ¿Martes, jueves?
Michelle, ma belle…
Etiquetas: Escritos
Ella
Todo igual. La misma gente, los mismos deberes, los mismos temas, lo mismo todo. Desayunar, saludar, mochila al hombro. Siempre la misma ruta. Las mismas risas falsas. Los mismos chistes tontos. La misma superficialidad de siempre. Los mismos temas importantes sin importancia.
Vuelve a casa por la misma ruta, viendo los mismos rostros. Come lo habitual, habla de lo normal. Sin emoción, sin nada que le haga sonreír de verdad. Los mismos programas de televisión y otra vez enfrente de los mismos deberes de siempre. El mismo vacío en la boca del estómago, las mismas ganas sin ganas.
Es tarde, casi entrada la noche, cuando sale de la ducha. Largo rato dejando caer el agua por todo su cuerpo. A pies descalzos, solo la toalla alrededor de su cuerpo se mira en el espejo que hay en su habitación y mira con desgana el reflejo que le ofrece: el pelo despeinado y pegado al rostro y la piel de gallina, los hombros huesudos, los brazos delgados. Deja caer la toalla y abre el armario. Busca, porque sabe que lo escondió casi al fondo, ese nuevo vestido que aún no ha estrenado. Lo pasa por su cabeza y el vestido ligero y vaporoso le viste la piel desnuda. La ropa interior de algodón es confortable y cálida. Abre esa cajita pequeña que guarda celosamente bajo la cama y delante del espejo se pinta los labios. Lo hace sin prisas y con mano inexperta, intentando no salirse. Intentando que el perfilador del ojo no se mueva demasiado.
Se peina solo un poco, desenredando con los dedos la melena castaña. Se calza unas sencillas chanclas y abre la ventana. Siente el viento fresco de la noche en su piel y por primera vez desde hace mucho, se atreve a sonreír. Porque está viva. Porque se siente bien. Porque es un poco más libre.
“¿George?”
Ignora a sus padres.
Ignora las miradas curiosas de sus vecinos al salir a la calle. Ignora a todo y a todos.
Está viva y tenía todo un mundo de posibilidades esperando, solo esperando a que se decidiera. No piensa desaprovecharlo.
Etiquetas: Escritos
GUÍA DEL VACÍO DEL ESCRITOR
¿Qué escribir cuando se está escribiendo?
Como si fuese un título de una peli de sobremesa, el último estreno rosa de Hollywood u otro nombre cualquiera en la estantería olvidada de un videoclub. ¿Cómo, que todavía no se han extinguido? Tiempo al tiempo.
Pero volviendo a la primera frase, a lo que nos atañe aquí hoy: ¿Qué escribir cuando tienes que escribir?
Cualquier don, afición, cualquier cosa que se te de medianamente bien (no es ego, es mi realidad, no molestéis a mi nube) se oxida si no lo usas. Eso me está pasando. Pasé de escribir todos los días cosas que veía, pensaba o sentía a refugiarme en la escritura de ficción y de ahí a la nada. Ya no hay ni lo uno ni lo otro.
¿Alguien tiene algún manual de autoayuda de cómo perderle el miedo a escribir? Me rehusaré a leerlo, pero prometo mirarlo mal durante al menos un par de segundos antes de olvidarlo por siempre. Un minuto si me apuráis mucho.
Esto es como un ejercicio, unas palabras insustanciales cada pocos días (no difiere mucho de lo que ya hacía en su tiempo) para ver si la hoja en blanco deja de asustarme tanto. Ni que viniese del inframundo.
Etiquetas: Yo yo misma y más yo
Preguntas
¿Cuándo es bue momento para olvidar?
¿Quién decide qué nos debe afectar?
¿Quién nos enseña el camino a seguir, nos dice cuándo torcer o en qué cruce parar?
¿Por qué nos caemos?
¿De qué sirve la hipocresía enmascarada?
Si no confías en ti mismo, ¿cómo aprendes a confiar en los demás?
Si no tienes respuestas, ¿vale la pena preguntarse?
Etiquetas: Filosofando
Cosas que aprendes cuando creces
¿Por qué hay que ser políticamente correcto cuando correctamente te pisotean? ¿Por qué hay que soportar a gente que en realidad no soportas?
Nunca he sido partidaria de la hipocresía, aunque si hay que mentir soy de las mejores, pero no me gusta. No me agrada fingir simpatía por alguien que me saca de mis casillas con dos palabras y que detrás de esa humildad en la que se escuda sabes que solo hay celos, rabia, envidia y puñaladas traperas. No me gusta pasar más del tiempo estrictamente necesario con gente así. Me envenenan el espíritu y ya lo tengo bastante maltrecho.
Será que crecer y estrellarte contra el barro te hacen ser cauto y te cansas de niñerías que en la adolescencia tendrían más cabida que en un mundo adulto. Será que el mundo adulto es lo bastante hijo de puta como para encima aguantar a los que aún tienen que aprender a caer y tragar gravilla.
No quiero decir que seas grosero. La educación prima donde otros no la tienen y la calma donde otros no la guardan. No te rebajes a su altura, pero no sufras con su presencia si no es necesario.
El tiempo es un bien muy preciado como para gastarlo con gente de semejante calaña.
Vive y deja vivir. Y sobre todo: vive tu vida sin tocarle los cojones a la mía y todo será más fácil, sobre todo para ti.
Etiquetas: Filosofando
Carry on
A veces simplemente tienes miedo,
miedo de romperte antes de lograrlo,
de no llegar por mucho que estires el brazo,
de aislarte demasiado por decidir ir solo.
De la soledad en sí misma.
De las decisiones que tomas.
A veces se tiene miedo a la vida.
De no saber si la estás desaprovechando,
de perderte algo que los demás ven
y tu eres incapaz de atisbar.
Quizás es solo miedo a seguir.
Ingenua mirada que vuelve la vista
al pasado buscando respuestas.
Que no existen.
No seas tonto.
El miedo nos hace avanzar.
Carry on. Keep moving. Go on.
Etiquetas: Filosofando
Guapura.
Empieza viendo tus fallos, tus imperfecciones, encógete de hombros y mándalos a tomar viento. Que si entrenas sea porque es sano, no para entrar en una talla que cada marca de ropa debate qué número más bajo ponerle cada año. ¿Sirven de algo todos esos momentos frente al espejo echándonos piedras sobre nuestro propio tejado? De nada. Ya saldrás a la calle y los que se suponen que son buenos conocidos te apuñalarán un par de veces en el día antes de volver a casa, no les des más carnaza de la cuenta. Si sabes cuáles son tus defectos y los mandas a paseo, tendrás una vida más relajada y unas bonitas caras de frustración en aquellos que te critican. No hay mejor peelling en la vida.
Etiquetas: Filosofando