Carta a los Reyes

A ver si consigo centrarme y escribir esta entrada antes de que me de un colapso o algo. Ay que malo es ponerse malo XD Está lloviendo a cantaros y es la primera vez que no me alegro de salir a la calle a mojarme. Que catarro estoy pillando....

En fin...yo venía a decir que se acerca la noche de reyes. Jolgorio y alborozo.

El caso es que siempre he escrito una carta a los reyes. Si, incluso cuando sabía quienes eran. Soy así de infantil por naturaleza, me encanta sorprenderme con los regalos, y me encanta no saber a ciencia cierta qué me van a regalar. Así que cada año mi madre nos pide a mi hermana y a mi que le escribamos una carta a los reyes. Ey, pero que tenemos que metersela en un sobre y cerrarla y todo XD Mi madre también se emociona con estas cosas XD

Ella espera cada año mi carta, se parte de risa leyendola. Y yo entre broma y broma le hago una pequeña lista de lo que me gustaría. Ella escoge, mi padre asiente, y regalan la noche de reyes. Los abrimos esa noche, después de la cabalgata y matarnos a coger caramelos de las carrozas, que muchos parecen proyectiles de guerra...

Este año también ha habido carta. Pero mientras escribia mi carta infantil, chorra y bromista de todos los años me dio por escribir también una...¿más seria? no se muy bien como calificarla, el caso es que me puse...y salió sola.

Y no se porqué la subo, no íntegra, pero sí una parte.

Queridos Reyes Magos, Reyes de Oriente, Padres, Los Tres Montaos en Camellos, Aquellos que vienen de Allá, o como os hagáis llamar, aquí, allá, donde quiera que vayáis:

Hace tiempo que no escribo una carta de este estilo, hace tiempo que no escribo una carta directamente.

¿Cómo debería empezar? “Este año he sido buena…”

¿A quién queremos engañar? No he sido buena, tampoco he sido lo que se dice mala, pero nadie es un santo últimamente. He sido borde, he sido egoísta, egocéntrica, irritable con personas y en momentos que no debía… Pero eso yo ya lo sé, y mentiría si dijese que me arrepiento de ello, porque de algo de lo que sí que estoy orgullosa de mi vida y de mí misma es de ser como soy y de arrepentirme de pocas cosas en mi vida. Así que no voy a empezar ahora arrepintiéndome de lo que no me arrepiento.

[...]

También mentiría ahora si dijese que no quiero cosas, cosas materiales y no tan materiales. Un sable laser de coleccionista, aquella película en original, un microscopio para ser más científica loca de lo que ya soy, ya puestos un laboratorio con todos los cacharros, ese viaje a Barcelona por esas fechas del Salón del Manga, “Peter Pan de rojo escarlata” ese libro que lleva meses apareciéndoseme hasta en sueños, aquella cosa de allá, lo otro de acá… blabla digodigo. ¿Cosas no materiales? Nos ponemos en plan miss y decimos la paz en el mundo, algo más de pasta, aprobados, oh si, aprobados; educación para los padres, que Bush se vuelva hippie, Corea liberalista, que el cambio climático solo sea una broma pesada…ah, qué mundo más surrealista…

Esta carta es para ser egoístas una vez más al año. Seámoslo pues.

Lo que quiero, lo que de verdad quiero es seguir siendo yo, seguir contestando de manera borde, seguir siendo irritable, seguir siendo esa descerebrá que sigue sin importarle una mierda lo que opinen de ella. Seguir sin verme lo bueno. Seguir siendo Friki, siendo otaku, seguir siendo original y única. No entrar en la masa, no entrar en lo ordinario y lo común. Seguir dejándome los ojos en los libros. Seguir soñando despierta, seguir emocionándome por esas pequeñas cosas, por esos pequeños detalles que te hacen sonreír aunque la gente no lo comprenda. Siendo niña, crecer sin crecer. Seguir teniendo esos impulsos que te hacen hacer cosas extrañas que incluso yo misma no entiendo.

Seamos egoístas.

Quiero recordar, todo lo que he sido en un pasado, para asegurarme de no volver a serlo, y recordar quien soy ahora para que nada me cambie, y recordarles a ellos. A mi familia que, a veces y otras no, me acepta como soy, pero que al fin y al cabo, son familia y se les quiere igual. Recordar a los amigos que fueron y a los amigos que son. Recordar cada pequeño detalle, cada momento, alegre o doloroso, no importa, cada momento te hace ser como eres.

Si tuviese que elegir algo, sería el recordar siempre y soñar, siempre soñar despierta.

Porque uno crece y madura pero no por ello tiene que dejar de ser niño.

Ese es mi deseo para navidad, eso es lo que quiero por reyes.

Besos, abrazos, achuchones, roce de narices, pulso de pulgares o como quiera que os despidáis, se despide…Podéis llamarme de muchas maneras, pero a fin de cuentas, seguiré siendo yo.

Aún no se porqué la subo...pero ahí queda.