El encuentro...


El traqueteo del coche no la deja pensar con claridad. A su lado su padre silva una canción de alguna película del oeste que tanto le gusta. Van camino a la capital, camino a la facultad, camino a un examen. Buf, un examen de septiembre. Apenas ha podido dormir y se ha pasado medio día con dolor de estómago. Malditos nervios. Demasiada presión para su gusto. Decían que ella rendía mejor bajo algo de presión, pero llegados a esos puntos ella lo único que quería era explotar en mil cachitos y que no se volvieran a unir nunca. Pero ¿qué diría la gente si se daba por vencida? Todo el mundo sabía que había escogido un camino dificil y que la salida a la que ella quería dedicarse era justa y humilde. Siempre ayudando a los demás... Aunque fuese encerrada en un labotarotio. Sí, era lo que ella quería, estar en un laboratorio. Era su meta... pero, ¿acaso era su sueño?

Sacudió la cabeza para quitarse esas ideas de la mente, tenía que centrarse en el examen que tendría que hacer dentro de un rato. Pero el recuerdo del mar acudía a su mente. Parecía sentir la brisa marina que tanto le gustaba.
Volvió a la realidad, su padre le estaba hablando. Algo sobre un atajo, uno que nunca habían tomado pero que, según él, haría que llegaran antes. Ella accedió, tenían tiempo de sobra, y los aires "aventureros" de su padre eran siempre enormes. Buscaba excusas para hacer algo innovador, explorar caminos y salir de viaje, y ella siempre le apoyaba y acompañaba. Pero para ella aquerllo no era suficiente. Una vida demasiado aburrida. Pero sonrió y miró el reloj.

-Genial-suspiró. Se le había parado. Su padre le dejó el suyo. Era algo grande y más pesado, le gustaba, sobre todo porque era acuatico y podía sumergirlo.
-Ey, mira eso-Su padre señalaba a una brisa de aire caliente a un lado de la carretera. Parecían unas simples ondulaciones en el aire producidas por el calor, pero de ellas salió de pronto una gaviota.
Pararon el coche y se bajaron a curiosear. Se acercaron poco a poco, especulando qué podría ser aquello.
-¿Un agujero de gusano?
-Sí papá, de ahí van a salir dinosaurios ahora... no creo que sea eso.
-Pues venga, científica-dijo con rentintín-dime razonadamente qué leñes es eso.
-No soy física, soy química, y no tengo ni idea, aunque...
-¿Aunque? Se aceptan propuestas, no te cortes.

¿Podría ser? No sabía la razón, no sabía por qué, pero algo le decía que aquello daba a otro mundo, a otra dimesión. Había leido miles de libros de literatura fantástica, había soñado cientos de veces con ello... y ahora, quizás, solo quizás, se hiciesen realidad sus sueños.
-Oye, ¿no escuchas algo?-Ella asintió con la cabeza. Puso más atención y oyó el sonido de las olas chocando con algo. Con algo que parecía moverse.
Y de improvisto el mascarón de un barco, un navío, apareció delante suya. Un mascarón de un barco antiguo. Ella lo reconoció enseguida. Era tal como lo había imaginado. El tronco de un chico de madera, un chico joven... un chico que pestañeó y gritó:
-¡Ey! ¡más cuidado! ¡que me vais a romper!
-¿Dolarsrg?-El mascarón dejó de gritar y miró hacia abajo.
-¡Mei!
-¿Lo conoces?-su padre miraba sorprendido hacía la parte del barco que sobresalía vete tu a saber de dónde y a su hija, que sonreía encantanda.
-Le conozco.

Mientras el mascarón gritaba y llamaba a alguien que al parecer estaba en el barco, al otro lado, Mei empezó a explicar a su padre. A contarle la historia de piratas que empezaron como un juego y ella y sus amigos, aquellos amigos del foro del que siempre hablaba. De la tripulación que ella capitaneaba, y que surcaba los 7 mares en busca de la Atlántida y de aventuras.
-Vale, entiendo lo de la novela, pero...¿esto?-dijo su padre aún boquiabierto señalando al mascarón. Ella se encogió de hombers, no lo tenía claro, pero creía saber quien había montado todo aquello.
-Dolarsrg, y si me explicas lo que...
-Que te lo expliquen ellos, yo aún no lo tengo muy claro. Mi parte humana, está en mi casa, viviendo, y solo cuando duerma soñará con lo que yo estoy viviendo aquí, pero creo que eso solo es en mi caso...
-¡Mei!-gritaron una panda de locos. Asomándose por encima del mascarón, encaramados a él, y unos encima de otros, allí, vestidos como auténticos piratas, se encotraba su tripulación.
-¡Chicos!-girtó, apunto de llorar.
-Sí bueno, esoso somos nosotros, pero ahí detrás está una Iluminada y un Erek cuidando de las mascotas, no cogíamos todos aquí, asi que los novatos pringan.-dijo Lender con una sonrisa de oreja a oreja. Lender, el segundo de abordo.
-Yo te explico-dijo Elf apartando a Lender de un manotazo-Uno a uno fuimos encontrandonos con un... algo. Una variación en el espacio, supongo, cuando estábamos solos, tú eres la excepción. Bueno, y a todos nos hicieron la misma pregunta...
-¿Él está metido en esto? ¿El ellimista?-Todos asintieron, y Sheol susurró algo de "yo quiero ese videojuego".
-Asi que-continuó el espadachín-después de pensarlo un par de segundos... aquí estamos. Partimos en busca de la Capitana, bueno aunque supongo que el barco lo dirigía el Ellimista. Lo tenía bien preparado, incluso hay ropas en nuestros camarotes.
-Esto...Mei...
-Papá... yo...-se giró para mirar a su padre

¿LO ESTÁS?
El ellimista preguntaba y todos podían escucharlo. Era la hora de aclararse y responder.
¿ESTÁS DISPUESTA A DEJAR A TU FAMILIA Y EMBARCARTE? NO SERÁ FACIL... NO TODO ES TAN FACIL COMO EN LOS CUENTOS...

-Papá-empezó a decir, él la miró con una sonrisa tranquilizadora.
-Se que quieres ir conellos, te gusta la aventura más que a mí...
-Ellos también son mi familia, yo... yo os quiero mucho, pero...
-Pero tu lugar está con ellos, ya sabía yo que no estabas hechas para este mundo.
-Adiós papá-se abrazaron.
-No sé si tu madre me creerá o me matará...
-La peque seguro que te creerá

Y sonriendo, se acercó al barco y con la mochila aún en la mano subió por la escalera que le habían echado. Le ayudaron a subir y una vez arriba Lender le colocó su sombrero. Saludó a Iluminada y a Erek que estaban con Guismo y Zey.
-Bienvenida abordo capitana
-Gracias chicos.-Se volvió y saludó por última vez a su padre. Respiró profúndamente, se giró y se puso las manos en las caderas. Adoptó una sonrisa maquiavélica. La sonrisa de La Capitana Meiling. Al verla todos se pusieron en línea y en posición de firmes.
-¡Bien bucaneros de agua dulce! ¡Aún quedan dos tripulantes por recoger! ¡Asi que todos a sus puestos! ¡Elf tengo hambre! ¡Erik al timón! ¡Arza arriba! ¡Hak fuera de la cocina y levad anclas! ¡Tara que Guismo no se caiga al agua! ¡Erek, Saga arriar las velas! ¡Lender, alejate del ron! ¡Sheol, no hagas boquetes en mi barco! ¡Iluminada encargate de que no los haga!
-¡Sí mi capitana!-respondieron todos al unisono y empezaron a correr a sus puestos.
-¡Tam!-la chica se giró y la Capitana sonrió-enseñame mi camarote, tengo que ponerme a tono con el lugar.
Tam asintió y sonrió, y Mei volvió a sentir la brisa marina en la cara, aquella que tanto le gustaba...




Lo soñé tal cual anoche y no he podido evitar escribirlo esta mañana...jor, que sueños más raros tengo, no? ^^' tengo que dejar de leer historias de piratas...

7 Comentarios:

Elfangor 4:52 p. m.  

¿leer o escribir? xDDDDD

se nota lo que mola la historia, ¿eh?

como mola, yo también quiero tener sueños así O_O

Anónimo 8:01 p. m.  

ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh molaaaaaaaaa

Elfangor 12:13 a. m.  

como mola lo que mola la palabra mola, ¿no?

Unknown 2:28 p. m.  

digo si mola ._.'

Anónimo 8:50 p. m.  

que si, leches, que esta muy bien, ¬¬ haber si posteas de vez en cuando capitana XDDD

Elfangor 12:18 a. m.  

cierto, eres la única que no se ha currado un pasado, siempre lo hacemos los demás(bueno, yo). a ver si espabilamos xDDDDD

Tam 8:10 p. m.  

Ooh que chulo, yo tb quiero un sueño asi, mira, la piel de gallina y todo xDD
Esa capitana!