Reencuentros II


Mochila al hombro, gorra protegiendo mi rostro del sol, con aire despreocupado y algo desganado salía de la facultad. La brisa suave no conseguía despegar de mí el calor tan seco de aquella contaminada ciudad. Últimamente me agobiaba más aquel entorno y todo se me hacía más pesado. Pasaban ya más de las doce y aún tenía mucho papeleo que rellenar antes de comer. Ah, burocracia, no cambia pese al tiempo.

Hacían ya varias semanas de mi charla con Tia Darma y Jack... si, Jack Sparrow, mi primo. Se ponían en contacto conmigo de vez en cuando a través de mis sueños. El momento de regresar se acercaba y yo tenía que dejarlo todo preparado para la desaparición inesperada de este cuerpo que alvergaba mi alma. Asi que la única solución que se me ocurrió posible fue la de "irme a terminar mis estudios a otro pais". Y aunque no fuese cierto tenía que dejar mi "coartada" preparada, que si cambios de expediente, nuevas matriculas, billetes, piso, pasaporte, despedidas...

Mientras caminaba repasaba los papeles que tenía que entregar en breve. Tan absorta iba que no me di cuenta que me había equivocado de callejón y me había vuelto a perder. Sí, me pasaba mucho últimamente, creer haber tomado bien una calle y al levantar la vista encontrarme en un sitio que no era el requerido.Me cabreé, aquello ya se estaba volviendo molestoso. Solté un par de maldiciones hacia mi despiste y a la ciudad en general y me di la vuelta para volver tras mis pasos.

Pero algo captó mi atención e hizo que me parase en seco. Una sensación de peligro que nunca había sentido en esa dimensión. Me giré lentamente y donde antes había un estrecho callejón mugriento y solitario, ahora se dibujaban dos figuras rompiendo aquella soledad. Dos enormes hombres, desaliñados y haraposos. Pero no, no eran vagabundos. Estaban mojados, olían a ron y a mar.

En un acto reflejo extendí y abrí las manos delante de mí. Nada pasó y me quedé con cara de panoli. Solté una maldición, en esa dimensión mis dagas no aparecían como siempre, si quería utilizarlas debía llevarlas encima de la forma tradicional, y como la gente no veía muy bien que alguien llevase dos armas blancas encima... nunca las solía llevar conmigo. Porque nunca antes las había necesitado.

Solté la cartera en el suelo, alejada para que no estorvase y me giré la gorra hacia atrás para que no entorpeciese la visión. Suspiré con resignación.

-Bien chicos. Estoy algo oxidada en cuanto a lucha cuerpo a cuerpo se refiere, asi que disculpadme si vuestras muertes no son rápidas e indoloras-dije sin preocupaciones. Si, ego, tengo mucho, eso es algo que no ha cambiado.

Las bocas negras, melladas y prodidas de esos dos grandes brabucones se torcieron en una mueca que tuve que suponer eran sonrisas jocosas.

Se avalanzaron sobre mí con gran potencial. Tenían fuerza, pero no la suficiente agilidad. Me agaché para esquivar el puñetazo del uno (al que llamaremos Dinky) y giré hacia un lado para esquivar la patada del otro( al que llamaremos Winky, por comodidad y esas cosas). Propiné una patada en las rodillas de Winky que se tambaleó y cayó al suelo, y un puñetazo en el estómago de Dinky que solo hizo que le faltase el resuello un momento. El suficiente para arrearle una patada en sus partes nobles, esta vez se dobló de dolor. Apoyándome en su espalda tomé impulso para saltar y darle una patada a Winky que ya se levantaba para atacar. El muy gilipollas la esquivó por pura potra haciendo que callese al suelo y me diese un señor golpe en el hombro.

-¡Tu madre! ¡Te voy a sacar los ojos!-le grité al volver a encajarme el hombro.

De pronto sacaron sendas espadas cortas, reí con resignación, me iba a llevar algunos arañazos. No era justo que una pelea así se utilizasen armas cuando tu contrincante no las usa, pero olvidaba que los tres éramos piratas y ellos de los rastreros sin dignidad.

Empezaron a dar embestidas sin ton ni son. Me quedé sorprendida, aquellos dos estaban acostumbrados a usar espadas más largas y grandes, ¿por qué entonces los habían mandado con esas mini-espadas? Pero no perdí el tiempo. Aproveché este punto para meterme en su campo donde apenas podían acertar con sus espadas, mientras yo daba puñetazos y patadas a diestro y siniestro. Bueno a Dinky y a Winky.

-¿Quien os envía? ¿Itsmon? ¿Davy Jones?-pregunté mientras le rompía la nariz a Dinky. Ninguno contestó. Le di una patada a la mano de Winky que venía dispuesto a atravesarme. Su espada salió volando y con un movimiento la alcancé y la clavé en el pecho de Dinky.
Winky vaciló un segundo, que aproveché para deslizarme detrás suya y ecaramarme a su espalda. Entre mi brazo capturé su cuello, ahogándolo, mientras mis piernas se aferraban a su cintura para no caerme.

-Os he preguntado... ¡que quien os envia, coño!-le grité mientras el grandullón intentaba zafarse de mi abrazo.
-Its...Its...-solo se le entendía eso. Bueno, solo podía decir eso. Quizás se debiera a que estaba adquiriendo un tono morado por la falta de oxígeno. Se empujó de espaldas contra la pared del callejón, propinándome un golpe en la cabeza, pero no consiguió que le aflojase.
-Y ahora encima me duele la cabeza... muy bien, tú te lo has ganado.

"Crack". El cuello de alguien al ser partido solo hace un "crack" que a algunos puede revolverles el estómago. A algunos.

Dejé a Dinky y Winky allí tirados. Si Itsmon los había mandado, sus frios y muertos cuerpos no tardarían en desaparecer. El maldito hechicero captaría el mensaje. Puede que estuviese en otro cuerpo, que no fuese tan ágil ni tuviese la capacidad de lucha de antes. Pero reirse así de mí mandándome a esos dos... No le sería tan facil acabar conmigo, y me había cabreado.

Sacudí mi ropa y miré mis heridas. Nada del otro mundo, un poco de alcohol y listo. Miré el reloj y echándome la mochila al hombro(que se resintió), salí corriendo. Ahora estaba herida, sucia, olía a ron, me dolía la cabeza y el hombro y ... tenía que entregar esos papeles antes de las una.

Jodido Itsmon.

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Primera parte aquí: Reencuentros

No pensaba seguir el relato, pensé que solo era un relato ida de olla de un sueño... pero anoche me picó y seguí escribiendo XDDD

4 Comentarios:

Elfangor 5:18 p. m.  

"yo daba puñetazos y patadas a diestro y siniestro. Bueno a Dinky y a Winky."
¡ai!

si es que cuando pica para escribir... es inevitable xDDDD

AsDePiqas 10:06 p. m.  

¡Mis respetos, brava guerrera!

Dragón urbano 4:53 a. m.  

que miedo O_o

V 9:33 a. m.  

Me gusta me gusta.... siempre molan las peleas XD